jueves, 3 de julio de 2008

OLD FRIENDS


My dear William
my really old good friend
Where were you when
Writing as living in a green field
your sonnets came back to me.

When, in disgrace with Fortune and men's eyes,
I all alone be weep my outcast state,
And trouble deaf heaven with my bootless cries,
And look upon myself, and curse my fate,

Wishing me like to one more rich in hope,
Featured like him, like him with friends possessed,
Desiring this man's art and that man's scope,
With what I most enjoy contented least;

I rather forget the other six verses perhaps
because they are the six roads
I needed before stepping over the bridge
and I don't want to do that while my dear Shakespeare
is desiring a lady's heart. Nothing else,
just that, six forgotten verses saving my life.
INCONFORME


Si bastara dormir
con la verdad desnuda y majestuosa
abrazada a mi corazón.
Dejar caer la noche
sola bajo la piel.
Escuchar crecer las plantas
con la simple vocación del ser humano.

MIEDO CON ALAS


Mis miedos tienen alas enormes
azules ángeles en el mar.
Vuelo en el viento.
Gavilán.

Pez pequeño
fugaz.
Criminal eterno
pertinaz.

Amanecidos con sueños
encendidos.
Lava
volcán.

Mis miedos mordieron la entraña
del mar.
Se murieron de azul
sin llorar.
LA ESPERA


Estoy frente al lago que al final es una gota en el mundo.
La sed se muere en la orilla de mirar los peces en el agua.

Estoy sin sol y sin árbol, a pleno horizonte rasgado sin piel.

Estoy desnudo frente al lago, indefenso a la mitad
la noche en blanco dobla una vez más el alma
en los barrios colgados al atardecer.

La memoria se esfuma con el pez del recuerdo
huyendo del aire para respirar.

Alguien espera al otro lado del lago.

Le falta el aire, dice.
Salva la asfixia del beso con su aliento
duerme sobre las piedras sin olvido
deja el canto sin voz.

Nos sabemos tanto que sembramos una oreja en el jardín.
A pesar de un corazón sin techo latimos paso a paso
abrimos verjas sin hogar
tendemos puentes para el viento sobre el lago.

SOLEDAD CON BARCO

El mar ha puesto de pie
al Insomnio sobre una ola
y las gaviotas clamorean de hambre.
Juan Bañuelos



No te quedes sola,
la soledad no tiene amigos.
No te habla ni te da la mano.

Torna las fantasías innombrables
porque rompe con el vidrio de los ojos
los nombres de mujer.

Te entrega a los amores perdidos.
Transita por la sangre como un cuchillo fino
de hacer el amor sobre una tabla en la tormenta
y la espuma en la cresta de la ola.

Una noche nos cuenta qué nos sucederá mañana
adivina lo hecho cada minuto de nuestras vidas.

A veces queda en el recuerdo.

Nos desborda con el tiempo hasta dejarnos sin miedo
de contar las estrellas que se acaban
en la tragedia de encontrar la medida de un abrazo.

Nos convierte en la raíz inversa de los árboles
con esa envidia del fruto entre las frondas.
La sombra de los enamorados y los insectos.
Los padres que nos quisieron
(los que no nos quisieron tanto).
El triunfo sobre cada día en la batalla de Trafalgar.

Alguna vez te he amado
porque entiendo tanto o más tu ausencia
que el ala regresando posada sobre un barco.
EL GRILLO EN LA SOLAPA


Lo que me falta me incluye
Amo la ausencia de lo que no tengo
Un rey en el jardín y un grillo en la solapa
Los ojos sin paisajes límpidos
Los ruidos atronadores del silencio
La loca quietud de los abrazos
La agonía cuerpo a cuerpo
El grito de la madrugada.